El éxito de las organizaciones depende del rendimiento colectivo de todos sus empleados, a todos los niveles, incluyendo a las personas sin equipos a su cargo, administrativos o personal de base. Un rendimiento efectivo requiere de unos valores, conductas y habilidades comunes, que estén alineadas con las capacidades individuales y con la estrategia corporativa.

No importa cuanto de competente pueda ser inicialmente una persona. El o ella no tendrá un éxito sostenido y duradero a menos que sea capaz de conocerse efectivamente a sí misma, influir, participar y colaborar con los demás, y mejorar y renovar sus capacidades continuamente.

Los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas ayudan a los participantes no sólo a aprender a ser más efectivos, también muestra cómo utilizar los procesos y las herramientas para vivir y aplicar los 7 Hábitos en la vida cotidiana.