Los directivos de las compañías, sus ejecutivos, los mandos medios y sobre todo, los responsables de RR.HH., tienen una responsabilidad fundamental en la definición de las estructuras organizativas, en la reingenieria de procesos y procedimientos, y en el dimensionamiento correcto, numérico y funcional de las plantillas, adaptándolas a los diferentes tipos de escenarios, concurrentes, o que estén por venir.

En relación a la actual crisis sanitaria y su impacto económico y financiero, se deben establecer soluciones organizativas de corto, medio y largo plazo que contemplen no sólo las variables económicas y financieras, sino también de configuración del mercado y competenciales, que servirán de base para el cálculo de probabilidad de circunstancias de futuro, que permitan disponer de planes de respuesta adaptados a las eventualidades que pudieran sobrevenir.

En este escenario, todas las compañías son operadores económicos en el mismo entorno comercial, pero sólo aquellas que sean capaces de adaptarse al mismo, podrán superar la crisis económica provocada por la actual situación, que tendrá un notable impacto en este ejercicio en términos de PIB, próximo a un descenso de entre el 9% y el 13%, según el FMI.